Por: atawallpa oviedo freire

Introducción
La invasión de Abya Yala (América) fue un período de exterminio brutal por parte de los autodenominados conquistadores españoles contra los pueblos milenarios de este inmenso continente. Las narrativas de los cronistas que vivieron o documentaron estos hechos son fundamentales para comprender las dinámicas de poder de las monarquías europeas, las percepciones culturales de los colonizadores y las consecuencias de la desestructuración de las comunidades originarias.

En este ensayo se examinan las perspectivas de quienes, de una u otra manera, podemos considerar como arrepentidos o críticos de las atrocidades cometidas por sus coterráneos. Entre ellos destacan Mancio Serra de Leguizamón, Bartolomé de las Casas y Motolinía (Toribio de Benavente), figuras clave en la historiografía de lo que Las Casas llamó “la destrucción de las Indias”.

Voces críticas y, en cierta forma, arrepentidas.

Cada uno de estos cronistas aporta una visión única sobre los hechos de la conquista inmisericorde. Los escritos de estos cronistas son fundamentales para entender las complejidades de la invasión de América y las diferentes perspectivas sobre los eventos que ocurrieron. Sus obras siguen siendo importantes fuentes históricas para comprender el impacto de la invasión en los pueblos indígenas y en la historia de América y del mundo.

MANCIO SERRA DE LEGUIZAMON
Mancio Serra de Leguizamón, en su testamento, manifiesta un claro arrepentimiento por su participación en la despiadada conquista de la nación del Tawantinsuyu, gobernada por los Inkas. Fue uno de los primeros conquistadores del Perú y estuvo presente en la captura del tesoro del Inca Atawallpa en Cajamarca junto a Francisco Pizarro. El documento testamentario que dejó es valioso no solo por sus detalles históricos, sino porque revela la carga moral que pesaba sobre él: “El intento que me mueve a hacer esta relación es por el descargo de mi conciencia y por hallarme culpado en ello”.
En sus palabras, los Inkas gobernaban su nación con orden y concierto, sin ladrones, hombres viciosos ni mujeres adúlteras, desmintiendo así la versión oficial que los presentaba como tiranos. Esta descripción contrasta radicalmente con la conducta de los conquistadores españoles, movidos por la ambición de riquezas y poder, que destruyeron la estructura social y cultural inka.
En el mismo testamento, Leguizamón enumera sus propiedades: casas valuadas en 8.000 pesos, tierras en el valle de Tumbembaque y una granja de cabras en Guanacaure. Estos bienes evidencian los beneficios materiales que los conquistadores obtuvieron a costa de la vida y cultura de los pueblos indígenas. Su testamento queda como testimonio y advertencia sobre las consecuencias humanas y morales de la invasión.

BARTOLOME DE LAS CASAS
Bartolomé de las Casas aunque no necesitó arrepentirse de actos personales de violencia, sí asumió una postura profundamente crítica hacia sus compatriotas. En su célebre obra Brevísima relación de la destrucción de las Indias, denunció con dureza los abusos cometidos por los conquistadores.
En 1514, inspirado por las denuncias de fray Pedro de Córdoba y Antonio de Montesinos contra el maltrato a los indígenas, Las Casas cuestionó la legitimidad del sistema de encomiendas. Ese mismo año, el 15 de agosto, pronunció un sermón en el que condenó estas prácticas y renunció a las posesiones que había recibido por ese medio. Defendió el derecho de los pueblos originarios a su libertad personal y a conservar sus bienes, argumentando que la evangelización debía hacerse de forma pacífica.
Su postura le atrajo fuertes oposiciones, especialmente cuando, como obispo de Chiapas, publicó «Avisos y reglas para confesores», prohibiendo absolver a quienes mantuvieran encomiendas. Su influencia fue determinante para la promulgación de las Leyes Nuevas de 1542, que prohibían la esclavitud indígena e intentaban mejorar su protección.

PADRE MOTOLINIA
Motolinía (Toribio de Benavente), fraile franciscano llegado a la Nueva España en 1524, narró en su obra «Historia de los Indios de la Nueva España» las “diez plagas” que cayeron sobre el continente tras la conquista:

  1. Epidemia de viruelas que mató a más de la mitad de la población indígena.
  2. Muertes masivas durante la conquista, especialmente en la batalla por México.
  3. Gran hambruna posterior a la caída de México-Tenochtitlan.
  4. Abusos por parte de “calpixques” (administradores de encomiendas) y esclavos africanos contra los indígenas.
  5. Tributos excesivos y trabajos forzados.
  6. Trabajo mortal en las minas de oro.
  7. Construcción de la ciudad de México con altísimas bajas indígenas.
  8. Esclavitud de indígenas para minas y obrajes.
  9. Muerte por hambre y condiciones brutales en las minas.
  10. Luchas internas entre españoles que ponían en riesgo la estabilidad de la colonia.
    Estas “plagas” son un retrato contundente del sufrimiento de los pueblos originarios bajo el dominio colonial.

Reacciones y consecuencias

Los escritos de estos tres cronistas —y, en especial, los de Bartolomé de las Casas— causaron gran controversia en su época. Sus denuncias chocaban con los intereses de quienes defendían la legitimidad de la conquista. Sin embargo, su legado documental ofrece una visión más amplia y humana de la historia, revelando la complejidad de las relaciones entre españoles e indígenas y desnudando las consecuencias sociales, culturales y políticas de la colonización, que sobreviven hasta la actualidad.

Bibliografía

  1. Las Casas, Bartolomé de. (2017). Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Edición de André Saint-Lu. Madrid: Ediciones Cátedra.
  2. Motolinía, Toribio de Benavente. (1979). Historia de los indios de la Nueva España. Edición de Edmundo O’Gorman. México: Porrúa.
  3. Mendieta, Gerónimo de. (1971). Historia eclesiástica indiana. Edición de Joaquín García Icazbalceta. México: Porrúa.

Por Alteridad

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